lunes, 26 de mayo de 2014

El sexo después de parir

Un día parimos, empezamos a comunicarnos con el nuevo ser, estamos felices de haber formado una familia, estamos en proceso de entender ese nuevo modo de comunicación con el mínimo ser que salió de nuestras entrañas y una vez pasado el período de "enamoramientoafullsinrespirodelaparejaparaconelnuevobebé”, aparece el reclamo de sexo de nuestr@ compañer@. Qué nos pasa? Qué hacemos? Cómo lo vivimos?

Por supuesto que como cada parto, cada mujer es única y cada relación de pareja también lo es. Y habemos mujeres que vamos cambiando con el tiempo y con la comprensión de algunas cuestiones.

Cuando nació Luna (hace 6 años atrás), todo me fue sucediendo rápido e intenso. Me costó muchísimo entender sus requerimientos, sus necesidades. Tenía información en mi cabeza pero que no bajaba al corazón. Tenía adormecida la intuición. La quería mucho a upa, le daba mucha teta, pero ella no paraba de llorar. Yo no sabía mucho qué me pasaba y no me daba el lugar para sentirlo. Pero desde el pensamiento y la exigencia: todo. Pasaron los 40 días que nombra el obstetra convencional y yo quería probar con el sexo. No porque mi compañer@ me lo exigiera. Si no, porque yo sentía que quería mi vida anterior de vuelta. Que no quería dejar de ser quién era. Todo mi ser quería recuperar su lugar de pertenencia. El cuerpo, el trabajo, el sexo. No podía con la idea de la intimidad profunda con mi bebé. Cuando llegó el día, poco después de la convencional cuarentena, fue horrible. El poco deseo, cero lubricación, ni qué hablar de los puntos de la episiotomía. Nunca fue tan feo volver a tener una relación. Por favorrrrr! Dolor, incomodidad, una sensación espantosa. Igual poco a poco lo fuimos intentando, semana a semana pero más por el deber que por el puro placer. Había mucho fluido mamá-bebé que yo quería dejar de lado a la velocidad de la “normalidad”.

Cuando parí a Vicente, con otro recorrido encima, con un poquitín más de conocimiento sobre mí, me dejé llevar un tanto más por mi instinto. Igual no me crean mucho, seguía respondiéndole al afuera, pero permitiéndome más mi adentro. Y salí corriendo a trabajar a los tres meses exactos, pero porque no tenía opción. O era lo que pensaba en ese momento. Pero me permitía más contacto, más blandura, menos exigencia. No me acuerdo cuándo hubo lugar para el sexo. Pero desde ya que no sentí que yo debía responder a un tiempo asignado, a un número. El que no hubiera existido la episiotomía ya era diferente. De no creer. Volver a tener una relación fue mucho más fácil, cero traumático y mucho más amoroso. Pero convengamos que igual el lugar de mujer deseante, sexy, con pechos dispuestos para el/la compañer@ cambia. Y no cambia a los 40 días, va cambiando con el tiempo. Es raro adaptarse. Es raro separar y concentrarse en el amor de pareja cuándo estamos tán frágiles amando a un nuevo ser y tratando de entendernos en el rol de mamá. Cuando de nuestros pechos chorrea leche. Cuando la oxitocina se usa para que haya más producción.

No es imposible, pero es raro. No tenemos ganas. Estamos cansadas! Estamos estresadas! Tenemos que pensar en cuidarnos porque la lactancia no es un método anticonceptivo! Permitámonos hablar más con nuestr@s compañer@s de esto. Intentemos otras formas de amor y sexo según cómo nos sintamos. Tal vez de más caricias. De más abrazos. Instalemos la comprensión. Informémonos entre l@s dos. Habilitemos un espacio para compartir.

Como en todo, los médicos van a decir, los amigos van a opinar, otras terapias van a afirmar. Pero confiemos en nuestro deseo. En lo que nos pasa y tengamos un tiempo para escucharnos. Y observemos que después de parir y de conocer más nuestro cuerpo, y de esperar nuestro tiempo, el sexo seguro va estar mucho más bueno.


Les dejo la canción de Andrea Etcheverry que comienza diciendo…desde que naciste soy mejor amante… 


lunes, 19 de mayo de 2014

Semana Mundial por el Parto Respetado

Del 19 al 25 de Mayo de 2014 se celebra la Semana Mundial por el Parto Respetado (1) bajo el lema “Parir es Poder”. Durante esta semana, en el país se realizan un montón de actividades relacionadas con el tema: proyección de documentales, charlas-debate, charlas informativas con referentes de las distintas temáticas, y este año hasta vamos a poder ver “Parir(nos)” una obra de Teatro que realizaron Las Casildas (2).

La Semana Mundial del Parto Respetado, una es una oportunidad para conocer las opiniones internacionales sobre un asunto específico relacionado con la promoción de un parto respetado, entendiendo a este como un parto sin las intervenciones innecesarias.

Hace tres años atrás, con Vicente bebé en mi pecho y después de haber experimentado en carne propia el parir sin ningún tipo de intervención, abrí mis oídos y empecé a escuchar de las actividades propuestas en esa semana. Hace tres años atrás también, cuando yo estaba entusiasmadísima por gritar al mundo que la “información es poder” y que podemos elegir cómo parir, y me empezaba a involucrar con estos temas, Vicente era muuuuuy chiquitito y durante el 25 de mayo de ese año se empezaba a hablar del nacimiento en casa pero por un hecho poco afortunado del cuál formaba parte Juana Viale. No sabremos a ciencia cierta cuál fue la verdad detrás del hecho, pero el parto domiciliario pasó a primeras planas para ser evaluado en sus peores facetas y las instituciones que acompañaban las decisiones de poca intervención también. A partir de ese momento, se dieron muchos pasitos para atrás en esta movida. Y por el ejemplo el Sanatorio Anchorena (3)  cerró las dos habitaciones que había abierto para partos sin intervención y en otras instituciones dónde permitían firmar que no se hicieran algunos exámenes al recién nacido, lo empezaron a negar. Una pena.

Pasó un año, y en ese entonces, yo corría atrás de un bebé que daba sus primeros pasos y me replanteaba si seguía trabajando en una oficina veintemilhoras mientras Luna y Vicente crecían y mientras cursaba el primer año de la Escuela de Laura Gutman y un curso de Producción Teatral por si las moscas, entonces en esa oportunidad no me involucré en la movida. Pero seguía pensando en querer trabajar con esa información (en ese momento era un pensamiento más mental que práctico).

En el 2013, después de todo un año de cursada en la Escuela de Laura Gutman, de un trabajo profundo sobre mí misma como ser y como mamá, los cambios ya empezarían a darse de otro modo. En febrero dejé mi trabajo marketinero en la oficina. En Mayo realicé el Paramana Doula con Michel Odent y Liliana Lammers (4). Durante la Semana Mundial x el Parto Respetado fui a varias charlas y también me crucé con el Documental La Bella Tarea (5) de Albertina Carri y Marta Dillon –que en noviembre de ese mismo año proyectaría en Oi Hoy-. Me enfrenté con la partida de mi AbuelaQueridadelAlmaCasiMamá y con la de Sofía (hijita de mi amiga Noe y de la edad de Vicente). Y me engripé. Y me empecé a dar cuenta que el dar y compartir la información con muchas futuras mamás me hacía bien.

No sé cómo llegué hasta punto. Pero que quiero decir la celebración de la Semana Mundial por el Parto Respetado es un gran paso y una linda oportunidad para que salgan a la luz de los medios algunos temas de los cuales está bueno hacerse eco.
Es interesante para aprovechar y acercarse a las movidas que los distintos grupos proponen y para pensar y repensarnos. No sé si Parir es Poder es mi lema favorito. Para mí la información es Poder. Para decidir, para elegir, para saber qué queremos.
Pero es verdad que a veces es necesario que nos recuerden que tenemos el poder de parir, que somos dueñas de nuestros cuerpos. Desde esa mirada, salgamos a recordarle al mundo entonces!!!





  1. (1)  La SMAR tiene lugar cada año durante el mes de mayo. Se proponen objetivos e ideas para realizar según un lema común. Luego individuos o grupos pueden debatir los pasos específicos para aprovecharse del material que se haya preparado en conjunto y que está disponible en la página web: pósters, carpetas, folletos, etc. Pueden organizarse muchos eventos a más o menos gran escala, según el tiempo y grado de implicación de la gente o de los grupos: exposiciones, reuniones, conferencias...La SMAR es una iniciativa de AFAR (Alliance Francophone pour l'Accouchement Respecté), una organización francesa no lucrativa fundada en 2003. Siendo un órgano autónomo de ciudadanos, no defiende ningún dogma o teoría ni tampoco muestra inclinación filosófica, médica, religiosa o política. Desde 2011 su coordinación ha sido entregado a la European Network of Childbirth Associations (ENCA).
  2. (2) Las Casildas: https://www.facebook.com/las.casildas.3?fref=ts
  3. (3) Sanatorio Anchorena (aún en su página hablan de "sala de parto en familia") http://www.sanatorio-anchorena.com.ar/#servicios
  4. (4) Paramana Doula . http://www.paramanadoula.com/
  5. (5) La Bella Tarea. http://www.youtube.com/watch?v=37beXlvIJyU




lunes, 12 de mayo de 2014

La teta y la lactancia

Apenas nace el bebé, el primer tema al cual nos enfrentamos es la lactancia. Seguramente hayamos llegado hasta esta instancia con distinta calidad y cantidad de información que habremos procesado hasta que la realidad se presenta. Boca y pezón. Boca mínima, pezón enorme. Puericultoras que pueden estar disponibles o no. Y nosotras, ahí solas con nuestra teta, compañer@ mirando y bebé casi seguro llorando…..qué hacemos???

Durante el embarazo de Luna me compré por recomendación de alguien el libro “La maternidad y el encuentro con la propia sombra” de Laura Gutman (1). Recuerdo que me impactó leer acerca de la necesidad del bebé de estar cuerpo a cuerpo con la mamá con tetas disponibles cuál mamífera para que pueda tomar lo que quisiera y cuánto quisiera. Lo tomé para mí. Y en ese tiempo y ahí no recuerdo muy bien cómo, alguien me recomienda las reuniones de la Liga de la Leche (2). Voy a una reunión estando embarazada y veo cómo una mamá con una bebé de 20 días aprende a “relactar” (3). Me emociona. Y de esa reunión me llevo tres informaciones: toda mamá tiene leche y puede dar la teta, es conveniente para una buena lactancia que el bebé se encuentre con la mamá dentro de la primer hora que nace y todo el pezón tiene que estar adentro de la boca del bebé. Me encantó y supe que hizo iba a buscar.

Nace Luna en la Suizo, después de un parto vaginal super intervenido que he contado en otros posts, y se cumple el primer punto: estamos juntas en menos de una hora desde que nació. La pongo en la teta y con ayuda de Ignacio bajando su mentón, chequeamos que todo el pezón esté en su boca. Y succiona! Felicidad! Succiona! No es taaaaan complicado. Apretando la puntita del pezón me doy cuenta que es calostro lo que toma. Pero estoy tranquila porque el calostro la va a alimentar hasta que baje la leche (lo aprendí en las reuniones). Pasan las horas y va y viene de una teta a la otra. Pido por la puericultora que ofrece el lugar. Llega en otro horario, me dicen. Quiero chequear que lo estoy haciendo bien!!. Algo salió raro porque me empiezan a salir como unas ampollitas de agua en la punta del pezón. Al fin llega la puericultura y explica que es normal, que se cura con el propio calostro. Y así iniciamos nuestra lactancia. Y fluyó. Y yo sabía que era alimento, vínculo, contacto. De noche era eterno, minutos y minutos succionando. Y me convertí en una fanática de la teta. Ninguna leche maternizada entraría a mi casa. Y así avanzamos. 

Y seguí yendo a las reuniones de la Liga que son en distintos barrios. Iba cambiando según me convenía pero siempre hubo un grupo de madres con quién compartir y que me pudieron ayudar y escuchar. Cuando empecé a trabajar, decidí llevar el sacaleche y entré en el arte de sacarme, guardar, congelar e incorporar la mamadera durante mis ausencias (pero mamadera con mi leche). Me volví bastante loquita. Si descongelaba y no la usaba era capaz de llorar por tirar el resto. La cuidaba como el oro en polvo que es. 

Sostuvimos la lactancia hasta el año y 3 o 4 meses de Luna. No recuerdo muy bien cómo lo dejamos. Sólo tengo una imagen, de ella durmiéndose sobre mí y agarrando el rollito de mi panza con chupete (dejó de dormirse con la teta). Lo sentí como que fue de a dos.

Con Vicente ya teníamos el camino trazado. Más información y más conciencia sumada a una lactancia exitosa previa. Después de parirlo, él aún dormido, seguía cerca de mi pecho y en cuando abrió la boca tenía a su alcance el pezón que de una succionó con fuerza. Seguí “lactivista” como con Luna y sobre todo porque a los 3 meses volví a trabajar, sacaleche en mano, a la oficina. Después de proponer diferentes opciones a mi jefa acordamos que juntaba las horas de lactancia, con las del almuerzo y mi jornada laboral se reducía. Sin embargo, en el interín, me sacaba leche dos veces en el baño ínfimo y la guardaba en la heladera. Era un trabajo extra, la lunchera con hielo y todo el kit de aquí para allá cada día. Pero yo quería eso y lo elegía y lo hice con gusto. Con Vicente sostuve la lactancia hasta sus 2 años y medio. Y creo que la dejamos de a dos pero no sé. Hasta el día de hoy no se duerme si no toca la teta un rato. Con Vicente tuve varias veces conductos tapados. El primero lo resolví con una puericultora. El segundo en Fundalam (4), lugar donde tienen una guardia de 9 a 17 todos los días para estas cuestiones. Y los otros con masajitos que había aprendido en estas consultas y bajo el agua tibia. Siempre tuvieron que ver con cuestiones emocionales que detectaba pero nunca llegué a una mastitis.

Creo que la lactancia es de a dos, se establece o no de entrada pero también hay revancha. Hay que querer comprometerse a poner el cuerpo a disposición de otro ser. Hay que conocerse y sincerarse si realmente queremos eso. Ya dejé de ser “lactivista” con el afuera. Ahora sé que cada uno hará lo que puede. Igual si alguien me pregunta, pongo toda mi experiencia a disposición.

Luna y su teta

Luna teteando a full

Vicente teteando en la playa

  1.  http://www.lauragutman.com.ar/libros/la-maternidad-y-el-encuentro-con-la-propia-sombra/
  2.  http://www.ligadelaleche.org.ar/
  3.  http://www.maternidadcontinuum.com/2012/06/lactancia-materna-%C2%BFcomo-conseguir-una-relactacion/
  4. http://www.fundalam.org.ar/

lunes, 5 de mayo de 2014

Las primeras horas con el bebé

Llegó el día. Parimos. Estamos con nuestro bebé y ahora qué? Cómo son esas primeras horas? Cómo fueron esas, mis primeras horas, con el bebé? Es distinto si sos primeriza que si no? Es distinto según el tipo de parto? Sí, siempre es distinto! Y cada mamá en su individualidad lo va a vivir diferente y cada familia también. Les paso a contar qué me pasó a mi.

3/4/2008
Me reencuentro con Luna en un pasillo de la Suizo (la había visto unos segundos apenas sale de mi cuerpo y logro besarla y se la llevan a los controles). La trae Ignacio toda envuelta. Lo único que pienso es que YA quiero ponerla en la teta. Había concurrido a las reuniones de la Liga de la leche (1) y sabía que era primordial que la bebé se encontrara con la teta dentro de la primer hora de nacida. Y ahí enfoqué. Y con la inseguridad de primeriza, llamaba a las puericultoras de la clínica para que observaran si se prendía bien y demás…pero no estaban tooooodo el tiempo disponible. Con unas ampollitas en los pezones superé la primer prueba. Recuerdo también mucha gente entrando y saliendo de la habitación haciendo controles a Luna. Y una enfermera que me decía: “mamita, le cambió el pañal??”. Qué? Pensaba yo, le tengo que cambiar el pañal? Jajaj sí, sí, esa Carolina era. Las primeras horas estaba muy excitada. Me sentía espléndida. Qué parto vaginal más rápido repetía! Qué maravilloso todo! Vinieron visitas, sacamos fotos. Luna siempre en la teta. A la noche, por recomendación de una amiga y para dormir, se llevaron a Luna a la nursery. Ay! Hoy lo pienso y me digo: qué loca! Cómo me separaba de mi cría!! 36 horas después me dan el alta y regresamos a casa con un paquetito de 2.400 kg. en brazos que lloraría sin parar por mucho tiempo. Confusión creo que es la palabra que mejor describe esas primeras horas. Las horas en casa fueron raras también. Vinieron mi madre y mi abuela. Más visitas. Mucho movimiento. Tetas hinchadas. Llanto. Incertidumbre. Todo esto se iba a empezar a poner espeso con el correr de los días. Cuando las visitas se van, cuando no hay una mamá cerca, cuando la tribu no existe. Cuando empezamos a pedirle a nuestra pareja que sea todo eso que necesitamos. Cuando es imposible saber y reconocer que el primer tiempo con un bebé es de locura, introspección y sombra.

28/4/2011
Me encuentro con Vicente apenas me lo alcanzan por debajo de mis piernas Ignacio y la Alejandra (la partera). Grito: ayyyyy! Es igual a tu papá! Y mientras tanto,  está conmigo apoyado piel con piel y va dejando de latir su cordón. Emoción y adrenalina de haberlo parido en la habitación de casa. Él estornuda. Nos acostamos en la cama. Duerme. Se despierta y lo acerco a la teta. Busca el pezón y lo encuentra. Alegría. Emoción por lo vivido. Queremos contarles a todos que nació en casa. No lo habíamos dicho. Nos dan ganas de compartirlo. Pero antes hablamos que las visitas van a ser pocas, acotadas y vamos a cuidar el ritmo del bebé. Por supuesto que la primera que va a llegar y quién más nos interesa que lo conozca es Luna. Bello encuentro, lo agarra y se levanta su remerita para ofrecerle la teta. Sí, es otra historia. Todo es otra historia. Pudimos pensar en esas primeras horas, pudimos aprender lo que sí y lo que no queríamos. Nos cuidamos y lo cuidamos. Los llantos fueron menos, confié en mí como mamá y confiamos más en nosotros como padres. Protegimos a nuestra cría. Sabíamos dónde nos estábamos metiendo y lo respetamos. Y por supuesto él lo percibió. No digo que no hubieron crisis, o momentos desoladores, pero conociéndolos o sabiendo que existen de antemano uno se prepara distinto. Buscamos más ayuda en la casa. Pedimos lo que necesitamos. La abuela que se sentía bien cocinando nos traía comida y así. Yo sabía hasta dónde podía pedir a Ignacio. Las primeras horas, además de ser tranquilas por decisión, fueron tranquilas porque ya sabíamos lo que era un bebé y qué cosas había que cuidar y cuáles no. Igual uno escucha voces, y yo le ponía valor a otras voces que por supuesto no fueron las mismas que con Luna. Y por ejemplo me permití darle el chupete el día que Raquel (2) me dijo que Casilda (3) decía que un chupete con el cuerpo de la madre atrás no hace daño. Jajajaj y así fue, Vicente chupeteó pronto pero con un “aval” que yo consideraba válido.

Y esas fueron mis experiencias de las primeras horas con mis bebés. Es clarísimo que hay un cambio. El origen del cambio pueden ser múltiples razones: la información, el crecimiento, la experiencia, el cambio, escuchar a otros, cuestionarse y elegir, entre las múltiples formas que hay de hacer las cosas, cuál es la que nos sienta mejor.


Y cómo te fue a vos?

Primeras horas de Luna

Primeras horas de Vicente

(1) Liga de la Leche. http://www.ligadelaleche.org.ar/
(2) Raquel Schallman. http://www.partolibre.com.ar/
(3) Casilda Rodrigañez Bustos https://sites.google.com/site/casildarodriganez/