Hablar de cuánto cuesta en
dinero tener un parto respetado es un tema que me está dando vuelta desde hace
un tiempo en mi cabeza. Y como todo, vuelvo a reconfirmar que la información es
clave. Y no sólo la calidad de la información, sino como paso para el conocimiento
real de la decisión a tomar. La cuñada de una amiga está haciendo sus prácticas
de partera y me contaba cómo mamás profesionales han querido NO pagar los
honorarios a la partera porque dijeron que no habían hecho nada. Pero yo
pienso: cuánto mejor que NO hagan nada e intervengan innecesariamente. Pero el
tema tiene unos cuantos grises. Si pago una medicina prepaga y voy a parir a
una Institución, se supone que está todo cubierto. Sin embargo, no dejo de leer
en distintos grupos de Facebook que los obstetras están pidiendo honorarios
extras por sus servicios, que luego se ajustarán a los protocolos de las
Instituciones y la promesa del respeto puede quedar volando por ahí. Si decido
un parto en casa, lo que me vayan a cobrar tengo qué pautarlo desde antes y determinar
qué incluirá y también pensar de antemano el plan B de ser necesario. Ahora, si
contrato parteras u obstetras para buscar un parto en casa o respetado no
implica que el parto sea según lo imaginaste. No se compra eso. Pero sí tendría
que pagar los honorarios de quienes trabajaron y se comprometieron para acompañarme
más allá de los resultados. Los aranceles que están manejando actualmente no
los conozco en forma certera, pero van a variar dependiendo, por supuesto de
cuánta gente conforme el equipo (parteras, obstetras, neonatólogos). Y quiénes
integren ese equipo será en consecuencia de nuestros valores, creencias, miedos
o recomendaciones.
Así como me leen, para mi primer parto, desinformado, pagué la diferencia del plan de prepaga que me daba el trabajo por uno más alto para parir en la Maternidad Suizo Argentina y creo que era porque el resto de mi entorno paría ahí. Ni lo sé. Con Vicente arranqué igual, con el cambio de plan. Y luego hice el recorrido que me hizo llegar a Carlos Burgos y ese plan me permitía el reintegro de las visitas, pero no me cubría los honorarios del parto. Los honorarios de tener un obstetra y una partera eran altos en ese momento y no nos fue fácil juntar la plata pero lo hicimos, pensando que si era necesario un Plan B, el obstetra iba a hacer una cesárea respetada. Y qué decir, les puedo contar que Carlos Burgos sacó las fotos!! Jajaj y sí, no hizo nada más que eso, y Ale Mazzeo, la partera, me acompañó pero sin intervenciones. Y la verdad que ese “no hacer” me posibilitó a mí tener una experiencia inolvidable. Y decirnos, con mi compañero que bien valió lo que pagamos y lo volveríamos a hacer, aún teniendo que pedir plata prestada.
También puedo
contarles que presentamos un pedido de reintegro por Defensa del Consumidor de
honorarios de Parto a Osde (que tenía en ese momento) y después de un tiempo y
por una mediación eso fue reintegrado. Pero por supuesto que cada uno sabe de
sus posibilidades. Y también creo que si el dinero es un impedimento, también
se puede conversar con quiénes elegimos parir. Siempre sabiendo que hay un
trabajo por pagar. Y que sea respetado, natural, no significa que no tenga un
valor de trabajo que pagar. Pero sí estoy convencida que ese “valor” dependerá
de nuestros deseos, valores, información y camino recorrido.
Beso de hermana a hermano