martes, 29 de abril de 2014

Sentirse acompañada en la decisión de parir en libertad

Vicente cumplió 3 años y cumplimos tres años de un hermosísimo e íntimo parto en casa. Ese parto fue posible por una confluencia de muchas cosas: haber participado en el grupo A C E (1), haberme cuestionado acerca de los mandatos de los obstetras convencionales, haber escuchado otras voces, haberme permitido la trasformación, haber encontrado un equipo que me acompañara y saber que Ignacio, mi compañero,  estaba 100 % de acuerdo con los pasos que iba siguiendo.

Y me sucede que hoy, cuando cuento mi experiencia, me encuentro con amigas u otras mamás diciendo...yo no podría porque mi compañer@ me saca corriendo, o es muy estructurad@ o no se lo bancaría.

Y entonces yo me pregunto cómo hubiese sido si Ignacio no estaba de acuerdo? Y creo que es una hipótesis demasiado fantasiosa porque parte del impulso vino de él (escribía en ese entonces una obra de teatro con Laura Gutman (2) quién fue quién le pasó el tel de Raquel Schallman (1)). Y aún hoy puedo percibir su energía en esa primera reunión con Raquel como diciendo sin palabras..vamos que vos podés...(pero no quiero dejar pasar que en el inicio de este camino mi idea era parir en institución con peridural y eso fue cambiando de a poco).

Ignacio nunca fue un estorbo en el camino de conseguir un parto respetado.  Pero, cómo haría si lo fuera? Hace unos 40 años atrás, el hombre no era parte del parto ni tomaba decisiones al respecto.  A lo sumo acompañaba a su mujer-compañera hasta la institución. Y esperaba que el médico diera la noticia. En las películas podemos ver a los hombres fumando ansiosos esperando saber si era niño o niña. Las mujeres a lo sumo llamaban a su mamá. Pero con el correr de los años, la sociedad ha cambiado. Hoy, las parejas se consolidan desde otro lugar, o por lo menos es la percepción que tengo de la gente que me rodea. No sé si es por presión social o de las mujeres, pero los varones están más involucrados o se sienten en la obligación de estarlo. Está bien? Está mal? No lo sé.

Pero sí sé, porque escucho y veo y leo, que muchas mujeres no intentan abordar un camino alternativo porque saben que su compañer@ no la acompañaría.

El parto nos pertenece, el bebé atraviesa nuestro cuerpo, las intervenciones son sobre nuestro cuerpo, la cría es de los dos y sobre la cría también pesarán esas decisiones de parto. Pero entonces, no sería más sano compartir la información de los que nos pasa y tomar las decisiones observando el punto de vista de quién pone el cuerpo y pensando en el bebé? Tal vez.

Y los miedos? y si pasa algo? Y si le pasa algo al bebé? Entonces desde el miedo, que es la carta que más le gusta sacar al obstetra y al entorno, solemos tomar las decisiones.

Teniendo presente que cada pareja está formada por dos seres individuales que provienen de diferentes historias y costumbres, tomar decisiones desde el nuevo equipo que se forma es difícil o más trabajoso porque deja en evidencia todo ese historial/pasado que cargamos.

Es para pensar. Yo no sé qué hubiera hecho si Ignacio no me acompañaba. Pero con la información que tengo hoy en día seguro que trataría de persuadirlo y llegar a un acuerdo.

Qué harías vos? Qué hiciste? Pasaste por esa experiencia?

Vicente recontra recién nacido


(   (1) ACE. Abordaje Corporal Emotivo dictado por Raquel Schallman. http://www.partolibre.com.ar

    (2) Laura Gutman. www.lauragutman.com.ar

7 comentarios:

  1. pienso que en el camino que una emprende al despojarse de los miedos, de las cuestiones que ignora, de los prejuicios y mitos empieza una transformación personal que no le es indiferente al compañer@. Entonces me pregunto como podría ser posible no transmitir esa seguridad o esa convicción o ese deseo?
    En mi caso particular en la primer charla que tuvimos al respecto apareció la negación, la descalificacion y el miedo, el "y...si pasa algo?" pero con el tiempo, con la investigación, las consultas a los grupos de apoyo el miedo paso a un segundo plano. No es tarea fácil, pero vale la pena invitar a que nos acompañen en esta decisión. No?

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  2. Excelente artículo, Caro. Mi opinión es que tenemos de acompañante a quién queremos y tiene mucho que ver con nosotros mismos, nunca dejo de confirmar que para todo roto hay un descocido. En mi experiencia personal, siempre estuvo muy claro que quien ponía el cuerpo era yo y eso fue muy respetado. El tema es frenar y pensar qué se está haciendo: si ser padres o tener un hijo o formar una familia o qué! Y ahí mismo empiezan a decantar las conclusiones solitas.
    Como siempre, gracias por la información y por compartir tu sabiduría.

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  3. Mi tercer parto fué en casa y mi compañero no quería saber nada, él creía que su compañera-osea yo- había enloquecido. Luego de haber atravesado un parto vaginal, induccido con oxitocina sintética más episiotomia y una cesária por "supuesto" sufrimiento fetal, quería un parto en libertad como lo describía en su libro Raquel Schelman. El problema era que en el lugar donde vivo ( la ciudad de Neuquén) había poca opciones, por ej. ningún medico que se dedicaba a partos humanizados, que era algo que a mi compañero lo tranquilizaba. Quiero aclarar que él le tenia mucho miedo a la muerte. Finalmente encontramos una partera amorosa y una doula, a unos kilómetros, que nos acompaño en el proceso. Al final decidió complacerme y vivenciamos juntos ser protagonistas del nacimiento de nuestro hijo y él me agradece que hayamos elegido ese camino. Fué uno de los momentos más bellos de mi vida.
    Esta es mi humilde historia. Un abrazo. Florencia.

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    1. Gracias Florencia por tu relato. Conocés a Marcela Tomaselli? creo que ella está en Neuquén y está buscando un parto respetado. Por ahí le podés contar de tu experiencia. Besooo

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  4. Genial. Ahora me pongo en contacto, no la conozco pero parece que tenemos varios contactos en común. Besoss.

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