Cuando nos embarazamos vamos a compartir el envase con un
nuevo ser. Y ese ser tomará de nosotros un montón de cosas para nutrirse y
crecer y pasar de ser un ínfimo feto a un bebé de entre 3 y 4 kilos.
Entonces la transformación es gigante, principalmente la
transformación física. Y depende de cuánto a uno le importe cuidar su cuerpo o
no, y cómo nos afecta cambiar la forma y qué obstetra nos toque, esto tendrá un
“peso” importante en el transcurrir
del embarazo.
En mi primer embarazo, estaba tan contenta y felíz con
haberlo logrado (buscamos mucho tiempo y sucedió por una inseminación
mínimamente invasiva) y tenía tanto miedo de que algo pudiera pasarle que
automáticamente dejé de hacer gimnasia loca, pasé a la caminata y empecé yoga
para embarazadas. Compré semillas y empecé a comer de verdad (antes vivía a
dieta y comiendo poquísimas cantidades). Así que en el primer trimestre me
clavé 5 kg. Qué horror cuando me subí a la balanza! Y además no tenía, obvio,
nada de panza de bebé, sí de hidratos. Así que en unas de las primeras visitas al
obstetra salí llorando por lo que había aumentado! Y como venía de historias de
tantas dietas, en las siguientes visitas le pedía que no me pese. Y me subía a
la balanza mirando hacia el frente. Igual me decía que no era conveniente
engordar tanto y me mandaba a nutricionista. Horrible!! La pasé tan mal
vigilando la comida y pesándome. La verdad es que ahora me pregunto: cuál es el
sentido de torturarnos con la balanza cuando una asume tener problemas con eso?
Convengamos que no soy obesa y estoy dentro de los parámetros normales de
índice de masa corporal. Pero en un primer embarazo, mientras el bebé crece, no
se asoma la panza, y hasta inicios del 5mes. es probable que nos veamos gordas
y no embarazadas y la verdad que hay montones de mitos como el comer por dos
que no tienen ningún asidero. Yo envidiaba a las que tenían vómitos y bajaban
de peso en el primer trimestre. Nunca me pasó.
Así que traté durante los meses restantes, de caminar una
hora y cuarto por día (siempre que pudiera), agregué natación, mucho vegetal y
pongamos que aumenté unos 14-15 kg. No lo sé muy bien porque me pesaba poco
pero me controlaba mucho.
En mi segundo embarazo, venía haciendo spinning en el
gimnasio y seguí informándome hasta dónde aumentar las pulsaciones sin dañar al
bebé. Pero la 1er obstetra convencional dijo que mi bebé estaba creciendo poco
(en la 2 eco pasando al segundo trimestre) y me mandó reposo. Cómo le hice casooo??!! Mientras tanto buscaba
la historia clínica de Luna para mostrarle que mis bebés no eran grandes (se ve
que no me convencía). También me hice la prueba de glucosa y oooops! Me dio
diabetes gestacional! Miedo, horror! Ahí fue cuando hizo click algo en mí y
tomé otro camino. Sí tomé medidas en cuanto a la diabetes gestacional, hice
dieta y me medí diariamente la glucosa, sólo para probar que es una mentira ese
estudio si no sos obesa y si no tenés antecedentes! ¡ Creo que ese diagnóstico fue lo mejor que me pasó porque me puso en
contacto con Michel Odent y con el grupo de Raquel Schallmann y me mostró que
la embarazada no es una enferma y que no debiera tratarse como tal. Somos seres
que llevamos otros seres adentro!
También me sirvió como excusa para hacer una dieta y
ejercicio (seguí haciendo spinning hasta parir) diariamente para mantener ok
mis niveles de glucosa. Esto me permitió vivir por un lado un embarazo con un
cuerpo que me gustaba más, dejé que las hormonas se apoderaran de mí
sexualmente y pude sentirme atractiva, pero en algunos momentos me ponía en lugar de
“pobrecita yo que no puedo comer dulces” y hacía un poco de berrinche.
Pero qué quiero contarles con esto: por un lado, que la
embarazada no es una enferma. Y por lo tanto, el control exhaustivo sobre un
cuerpo sano que lleva un bebé es demasiado. Por ahí deberíamos faltar más a la
visita al obstetra…pero con el miedo que nos inculcan!! Ideal es informarse
sobre cuán necesarios son ciertos estudios si no tenemos antecedentes – como el
de la glucosa. Y por otro lado que no debemos comer x 2. Que el cuerpo también
nos pide lo que necesita y que escuchemos más el requerimiento de nuestro
cuerpo. Siempre comer sano suma puntos en cualquier situación. Y si tenemos
problemas y miedos a la transformación de nuestra imagen, sumarnos a grupos de
embarazadas donde podamos compartir nuestros miedos y temores, puede ser una
interesante solución.
Cuál es tu experiencia?
(Abajo dejo una foto que encontré en Internet muy gráfica
acerca del peso de los fluidos, sangre y demás que se modifican en el embarazo.)
Crecimiento panza con Luna desde 5to mes
Panza con Vicente a días de nacer
Clarisimo! Gracias!
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