En mi primer embarazo (hace ya casi 7 años atrás) y
atravesando el camino convencional de lo que “se debe hacer” hice el curso de
preparto. No fui a todas las reuniones (no me acuerdo por recomendación de
quién), pero por ejemplo en vez de la charla de lactancia fui a grupos de La
Liga de la Leche que super recomiendo (http://www.ligadelaleche.org.ar/).
Sí asistí a la clase de respiración que me parecía clave porque me iban a
enseñar cómo respirar (hoy me causa gracia, todos sabemos respirar!!) y asistí
a la charla que daba el neonatólogo, que también creía que era de las más importantes, porque tenía que ver
con la salud de esa pequeña que iba a nacer y con estar tranquila que iba a ser
asistida por un gran equipo si algo pasaba. También me darían grandes
recomendaciones acerca de cómo elegir un pediatra y me explicarían qué es todo
lo que le hacen al bebé para su bienestar una vez que nace.
Por supuesto que
todo lo que decían era incuestionable para Ignacio y para mí y jamás se nos
ocurrió preguntarnos si al bebé le iba a doler un pinchancito para una vacuna o
no. No se nos ocurrió tampoco imaginarnos lo que podría ser para un bebé recién
nacido que le pongan una sonda anal y una nasogástrica por rutina y para evitar
cualquier ahogo. Ay ay ay … hoy me doy cuenta la gran desconexión que tenía en
aquel entonces…
Así que Luna nació, llorando a gritos me la acercaron dos
minutos para que la mire, la bese y se la llevaron con el papá para que observe
todo lo que venía después. Con un pobre papá primerizo que tiene que demostrar
su hombría frente a tanta intervención y hacer oídos sordos a lo que digan. Ignacio
recuerda que primero la estiran y la miden, luego le ponen tinta en el piecito
para marcar su huella en un papel, luego le insertan una sonda por el ano, le
ponen con una jeringa una vitamina pinchando su muslo, le toman la temperatura
y ohhh! Está baja!! Y qué hacen? La ponen en una bandejita bajo una lámpara
que le daría calor (y todos miran si sube o no la temperatura). Obsérvese que "todos miran"!!!
Para recuperar
la temperatura, hoy lo sé, basta con acercar al bebé al cuerpo de su madre.
Pero en una institución, entre caras asustadas y movimientos rápidos, ponen al
bebé solito bajo una lámpara mientras escriben los datos de las prácticas
protocolares. Prácticas que en aquel momento no registré y que no recordaba (parece
que los seres humanos las cosas feas y dolorosas las borramos de nuestra
conciencia).
Mientras esto sucedía yo esperaba en un pasillo solita.
Cuando llegan papá e hija (ella toda envueltita apretadida) y él me dice:
ponela ya contra tu cuerpo y dale calor que después te cuento que pasó.
Con Vicente ya elegí otro camino desde el vamos y mientras
insistía que quería ir a parir a una institución, buscaba cuáles eran las que podía
firmar que a mi bebé lo quería conmigo y que iba a evaluar que prácticas
podrían hacerle. Después tomé otro camino y Vicente nació en casa y todo lo que
le fue realizado fue: abrazos, un poco de limpieza con una toalla calentita que
habíamos preparado, fue pesado en una bolsita de tela que colgaba de una
balanza… bue…nada más. Sólo un estornudo bastó para limpiar sus fosas nasales.
Al día siguiente una pediatra conocida vino a revisarlo un
poco más en profundidad y sí nos recomendó realizar el FEI (1) que sí requiere
un pinchacito en el pie y lo hicimos en una institución (después me enteré que
había una médica que lo hacía amorosamente en domicilio).
También hablando con Raquel Schallman por teléfono me
recomendó ponerlo un poquito al sol.
Y cuál fue tu experiencia? Y qué sentiste con respecto a tu
vivencia?
Luna a horas de nacida (ahora veo la bandita en su mano y no recuerdo a qué se debía eso!!)
Vicente a un día de nacido al ser revisado
(1)
http://bebesencamino.com/articles/screening-en-recien-nacidos-que-es-el-f-e-i
La bandita de luna es el fei, q en algunas clinicas le ponen esa aguja, q es del tamaño de un clvito, en una venita en la mano, es horrible a mi nena mayor le hicieron eso, y yo la tuve q sostener!
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